Todos los creativos que trabajamos en el ámbito del diseño gráfico, la publicidad, el diseño web o el marketing digital nos preguntamos constantemente: ¿Voy bien? ¿Mi idea es buena? La respuesta a estas preguntas no suele ser fácil, más bien nos resulta imposible. Realmente hasta que una idea no está implementada ni la intuición más divina ni la opinión del mejor experto te aseguran que tu idea vaya a funcionar. A continuación te damos algunas pistas, a modo de adjetivo, para reconocer una buena idea.

Si tu idea no respeta el briefing, mejor descártala. Aunque te duela hacerlo, lo más importante es que tu idea cumpla con el el objetivo que te ha definido el cliente, que respetes el look & feel de la marca y que dirijas el mensaje al público objetivo que te han determinado…en definitiva, que hayas tenido en cuenta todas las recomendaciones y necesidades que te ha transmitido el cliente. Tu idea debe estar al servicio del objetivo de tu cliente.

Si tu idea no se centra en un mensaje concreto, no se va a entender. Comunica un sólo mensaje (no dos, ni tres, ni cuatro) porqué sin una propuesta concreta, tu idea se ramificará y no avanzará. Ten claro que, si tu idea no comunica un mensaje único y concreto, debes descártala.

Todos vendemos algo…es así y si queremos que alguien pague por ello, debe reconocerse enseguida un beneficio. Tu público debe percibir que merecerá la pena desembolsar su dinero por un tema concreto. Una idea que no transmite un beneficio no es una buena idea.

Si una idea es complicada, sólo la entenderás tú. Si necesitas explicarla, descártala, no es una buena idea. Las buenas ideas se explican por sí solas y no necesitan manual de instrucciones. Una buena idea la debe entender todo el mundo que pertenezca al público objetivo que te marca el briefing. En el diseño gráfico, la publicidad, el diseño web o el marketing digital la frase “Menos es más” es un mantra que debes repetir incesantemente.

Las buenas ideas siempre se contagian, van de boca en boca. Si cuando cuentas tu idea, la reacción de la gente incluye silencios incómodos o miradas inexpresivas, tu idea no es buena. Las buenas ideas inspiran, despiertan, descolocan… lo reconocerás enseguida.

Los seres humanos somos seres emocionales y las emociones condicionan nuestras decisiones. Por eso si ves que tu idea provoca una sonrisa o una mueca de asombro, tu idea va a funcionar. Si no hay ninguna reacción, descártala.

Todos vendemos algo…es así y si queremos que alguien pague por ello, debe reconocerse enseguida un beneficio. Tu público debe percibir que merecerá la pena desembolsar su dinero por un tema concreto. Una idea que no transmite un beneficio no es una buena idea.

La próxima vez que quieras evaluar tu idea, recuerda estos siete puntos que seguro te van a ayudar a reconocer una buena idea. Y si no lo ves muy claro, en Navick estaremos encantados de ayudarte. ¡Mucha suerte y hasta pronto!